Un menor de 15 años le contó a su mamá que en dos ocasiones el pizzero Francisco Rolando Angelotti le ofreció dinero por sexo. Eran vecinos en Oberá y el chico solía ir a la casa del implicado a jugar con la play. La denuncia fue radicada en la Seccional Primera
A la mega causa nacional por corrupción de menores, donde también aparece implicado el ganador de Gran Hermano 2001 Marcelo Corazza (50), ahora Francisco Rolando Angelotti (46) sumó una nueva denuncia en su contra por presunto abuso sexual en perjuicio de un menor obereño.
El pasado 23 de marzo una mujer de 33 años se presentó ante la Seccional Primera de Oberá y denunció que su hijo de 15 habría sido víctima de Angelotti.
El expediente ya fue elevado al Juzgado de Instrucción Uno de Oberá. Entre las primeras medidas se solicitó la intervención del Gabinete de Asistencia Forense (GAF), mientras se aguarda su declaración en Cámara Gesell, considerada una prueba clave en delitos contra la integridad sexual de menores.
Con relación a los hechos que se investigan, la progenitora precisó que el 20 de marzo tomaron conocimiento de la detención de “Rolo” Angelotti a través de los medios.
En ese contexto, su hijo se mostró nervioso y le contó que años atrás, cuando fueron vecinos, en dos ocasiones el implicado le habría ofrecido dinero a cambio de sexo. En ese entonces el menor tenía entre 10 y 12 años.
Tremenda confesión alertó a la madre, quien decidió radicar una denuncia para que se determine si su hijo fue abusado por el sospechoso.
Asimismo, mencionó que desde un tiempo a esta parte el menor evidenció cambios de carácter, se muestra ansioso y hasta habría insinuado intenciones de quitarse la vida.
Indicios de abuso
La denunciante precisó que fueron vecinos de Angelotti en calle Ralf Haupt 1700 de Oberá, entre los años 2016 y 2020, donde el individuo residía con un amigo identificado como Leandro, del cual desconoce su apellido.
El sospechoso ya poseía la pizzería delivery “Pizzas Porteñas” en el mismo predio.
La mujer contó que salía a trabajar y en ocasiones su hijo pasaba tiempo en la vivienda Angelotti con éste y el citado Leandro, sobre todo jugando con la play o la computadora.
También mencionó que siempre creyó que los nombrados constituían una pareja homosexual, pero no tuvo indicios para sospechar que su nene estaba en peligro.
Luego se mudaron de casa y el chico nunca le mencionó ninguna situación fuera de lo normal. Recién el pasado 20, cuando los medios informaron sobre una serie de detenciones en Buenos Aires y Oberá, su hijo se acercó y le comentó que en dos oportunidades Rolo Angelotti le ofreció plata para tener relaciones sexuales.
En tanto, si bien el chico le manifestó que no fue víctima de abuso, por ciertos indicios la progenitora duda de ello, sobre todo porque el menor cambió mucho su carácter y varias veces le manifestó que quiere abandonar el colegio.
También dejó asentado que su hijo amenaza con quitarse la vida, lo que la tiene muy preocupada.
Fue así que además de radicar la denuncia, la mujer solicitó asistencia y contención profesional para el chico, cuestión que está siendo abordada por el departamento de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad.
Se jactaba de salir con menores en Oberá
Con relación a la causa nacional que derivó en la detención de Angelotti, en un tramo del expediente a cargo del juez Javier Sánchez Sarmiento y del fiscal Patricio Lugones se resalta una conversación entre el pizzero y un amigo obereño, quien le reprocha su aparición pública con menores.
“Le pide que no lo siga haciendo; le afirma que, en otra ocasión, el imputado ‘terminó de joda con un gurisito’ y que va a fiestas clandestinas con niños”, cita la causa.
En un momento dado, Angelotti nombra a sus víctimas (hermanos entre sí) y se corrobora que son menores de edad.
Por otro lado, ante el reclamo de su amigo, el acusado le responde “vos me tenés envidia porque te gustaría salir con nenitos de esa edad”.
También existe la certeza de que los dos hermanos nombrados residen en Oberá, al tiempo que al menos uno de ellos viajó con Angelotti a la provincia de Buenos Aires en dos ocasiones, como mínimo.
A lo largo de la investigación quedó en evidencia que los imputados se jactaban de que sus víctimas fueran menores, ya que los nombraban como “el chiquitín”, “gurisito”, “cachorrito”, “baby” o “mini harem”.
.
.
Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.