Familiares, amigos y vecinos de las víctimas marcharon el jueves por el centro de la ciudad. La catequista y comerciante Gladis Gómez fue asesinada por motochorros. No hay detenidos. El cadáver de Josías Galeano fue hallado en un bañado y su madre insiste con la pista policial
El abrazo entre lágrimas de Carolina Ramírez y Rafaela Gómez sintetizó el inmenso dolor de dos familias marcadas por la tragedia. La madre de Josías Galeano (15) y la hermana de Gladis Gómez (39) encabezaron una multitudinaria convocatoria en reclamo por el esclarecimiento de ambos homicidios que conmocionaron a la comunidad obereña.
Familiares, amigos y vecinos de las víctimas se congregaron el último jueves en el Centro Cívico y marcharon por las principales avenidas de Oberá con pancartas y carteles por “Justicia y basta de impunidad”.
La catequista y comerciante Gladis Gómez fue víctima de motochorros que el 2 de marzo del año pasado irrumpieron en su local con fines de robo y le dispararon en la cabeza.
Por el hecho fueron imputados dos hombres que permanecieron un año tras las rejas, pero luego fueron liberados por falta de pruebas. Actualmente se avanza en la pista de un tercer sospechoso que hasta el momento no fue hallado.
En cadáver de Josías Galeano fue hallado en un bañado de Oberá en avanzado estado de descomposición el 3 de junio del año pasado. Por el homicidio hay un detenido, aunque desde un primer momento la madre del menor apuntó sus sospechas hacia el accionar policial, cuestión que se investiga en un expediente paralelo.
“Necesitamos respuestas concretas sobre qué pasó realmente con mi hijo. Como madre estoy muy indignada con la Policía y con la Justicia”, señaló Carolina Ramírez en la previa a la marcha.
Por su parte, Rafaela Gómez remarcó: “Los asesinos de mi hermana están libres, caminando entre nosotros. Es por eso este pedido de justicia. Decimos basta de impunidad y que las autoridades hagan su trabajo como corresponde”.
Desconsuelo
Con la vehemencia que la caracteriza en el pedido de justicia por su hijo, Ramírez lamentó que “Josías era un chico, un niño que tenía toda la vida por delante y lo mataron de la peor forma”.
“No es fácil lidiar todos los días con la muerte de un hijo y que el asesino esté libre caminando por las calles. Hoy fue mi hijo, pero mañana puede ser el hijo de cualquier persona. Claro que a los jueces y fiscales no les importa, total no son los hijos de ellos, pero vamos a seguir pidiendo Justicia”, agregó.
Visiblemente consternada, comentó que el homicidio de Josías cambió su vida y no hay día en que no piense en él y el calvario que padeció.
“Pasan los días y no logro entender por qué Josías. No lo voy a entender nunca porque aunque el culpable pague, Josías no va a volver. Igual pido justicia y que el verdadero asesino sea condenado, que no ande por las calles libremente amedrentando a otros adolescentes”, rogó.
En sintonía con los dichos de Ramírez, Rafaela Gómez -hermana de Gladis- apuntó a la defectuosa investigación del caso que luego derivó en la excarcelación de los dos implicados.
“Los únicos dos sospechosos que estaban detenidos ya no lo están y eso quiere decir que los asesinos de mi hermana están libres, caminando entre nosotros. Es por eso este pedido de justicia, decimos basta de impunidad y que las autoridades hagan su trabajo como corresponde”, destacó.
Con lágrimas en los ojos recordó a sus padres, lamentando que “mi papá está medicado, mi mamá se cerró en sí, no habla de su hija, no puede, están sufriendo y las hermanas estamos acá visibilizando el caso, exigiendo que vayan a fondo”.
“Ojalá nos den una esperanza encontrando a los asesinos, poniéndolos tras las rejas, porque no es justo que estemos sufriendo y ellos (los culpables) libres como si nada”, agregó desconsolada.
Caso Gómez: nueva pista
Un tatuaje en el cuello y el acento “porteño” enfocaron la pesquisa por el homicidio de Gladis Gómez hacia la pista de un tercer sospechoso cuyo nombre ya figura en el expediente, aunque en primera instancia no fue citado y luego no fue hallado.
Se trata de un hombre identificado como Elías F., quien tendría entre 27 y 30, según precisó un vocero de la investigación. El mismo posee dos antecedentes por homicidio.
La figura del citado cobró relevancia luego que los dos principales sospechosos que tuvo la causa -Mario Antonio A. (28) y Santiago Miguel S. (27)- fueron beneficiados con la falta de mérito y recuperaron la libertad, el pasado 23 de marzo.
De esta forma, la investigación por el crimen de Gómez volvió a foja cero, lo que generó gran indignación en los familiares de la víctima y la comunidad en general.
En tanto, ahora la pesquisa está enfocada en dar con Elías F., quien en el expediente fue nombrado por al menos tres personas: los dos sospechosos que fueron excarcelados y el testigo Lucas Adrián R.
Asimismo, vale mencionar que el último también implicó a Mario Antonio A. y Santiago Miguel S., aunque en su declaración en sede judicial dijo que fue presionado por las autoridades policiales de aquel momento.
Lo concreto es que más allá del aporte del testigo, las pesquisas posteriores no lograron dar con el citado Elías, quien luego del hecho habría viajado a la provincia de Buenos Aires, de donde sería oriundo, aunque antes del crimen residía en Oberá.
Elevación a juicio
Sobre el caso Josías Galeano, recientemente el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, corrió vista a la fiscal Myriam Silke para dar por concluida la investigación en el marco del expediente por el homicidio del menor.
En tanto, la querella que representa los intereses de Carolina Ramírez, madre de la víctima, solicitó una serie de testimoniales previas al cierre de la instrucción y posterior elevación a juicio.
Por el homicidio fue imputado Andrés Rogelio T. (26), quien permanece detenido con prisión preventiva luego que la Cámara de Apelaciones avalara lo dispuesto por Alarcón.
Asimismo, cuatro efectivos que se desempeñaban en la Seccional Cuarta de Oberá fueron imputados en una causa paralela por “omisión de hacer cesar o denunciar detención ilegal, falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada, severidades y amenazas”.
Vale recordar que tras la desaparición del menor, su mamá denunció presuntos hechos de violencia y amenazas contra el chico por parte de policías obreños.
Al respecto, en el expediente se cita a un testigo que estuvo detenido en la Seccional Cuarta cuando demoraron al menor.
“Un día de lluvia lo trajeron de shorcito y de musculosa, ahí nosotros le dimos ropa, pantalón y un abrigo. Nosotros le dimos un taper con comida. Él estaba esposado por la reja. Entre los calabozos hay un patio y ahí está la reja, no tiene techo, por eso mismo le prestamos la ropa. Estaba solo ahí, estuvo hasta la tardecita esposado por la reja”, declaró el testigo en sede judicial.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.