La semana pasada tuvo gran repercusión un intento de femicidio seguido de suicidio, ocurrido en una vivienda de Picada Maderil, municipio de San Vicente. Según la investigación, Anabella F. (29) fue atacada con un puñal por su marido, Omar Ramón “Monchi” Lemes (42).
La denuncia fue radicada por la madre de la víctima, la cual contó que días antes su hija había mantenido una discusión con Lemes, por lo que él se retiró del domicilio. Incluso, se dictó una prohibición de acercamiento.
Pero el miércoles pasado el hombre atacó a su esposa y la dejó al borde de la muerte. Luego se ahorcó con una soga que usaban para atar a los terneros en la chacra.
A una semana del hecho, Anabella permanece internada en el Hospital de San Vicente en terapia intensiva, aunque en las últimas horas se informó que “evoluciona favorablemente pero despacio porque son testigos de Jehová y no permiten transfusiones de sangre. De lo contrario, su recuperación sería mucho más rápida”.
Al respecto, según variada bibliografía consultada, los testigos de Jehová aceptan todo tipo de tratamiento, ya que creen en la medicina, siempre que el mismo no incluya el uso de sangre o de sus derivados.
Para tal postura, los miembros de este culto invocan cinco pasajes de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, en el que Dios -según su visión- pide a los hombres «abstenernos de la sangre».
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.
