La denuncia fue radicada por una funcionaria de la Municipalidad. Las nenas tienen 7 y 4 años y quedaron en resguardo del Hogar Mitaí. La madre habría reconocido los hechos, pero se negaba a denunciar. Investigan su presunta complicidad
Un sinnúmero de denuncias de vecinos que derivaron en varias intervenciones judiciales, aunque una y otra vez las pequeñas fueron restituidas a su madre, a pesar del entorno hostil y el riesgo que ello suponía para dos nenas de 7 y 4 años.
Esto cambió este jueves, cuando una trabajadora social de la Municipalidad de Oberá denunció que las criaturas habrían sido víctimas de abuso sexual por parte de allegados a la progenitora.
En consecuencia, se dispuso una medida de protección y en horas del mediodía personal del Departamento de Niñez con apoyo de la Comisaría de la Mujer retiraron a las dos nenas de la casa y las pusieron en resguardo del Hogar Mitaí.
Según consta en la denuncia, fue la propia madre quien comentó que las chiquitas habrían sido sometidas sexualmente. Pero no sólo eso, sino que mencionó que ella misma habría presenciado los hechos, aunque se negó a denunciarlos.
La tremenda confesión fue brindada en el marco de una consulta con un profesional que la asiste por su adicción al alcohol y las drogas, quien luego -como indica el protocolo- dio parte a los funcionarios competentes para salvaguardar a las niñas.
Fue así que se dispuso el operativo de asistencia y apenas arribaron al lugar, en pleno centro de Oberá, constataron varias irregularidades.
En principio, era de mediodía y la madre (de 38 años) estaba durmiendo. Fueron las nenas quienes la despertaron a solicitud de las autoridades.
Al presentarse, la mujer evidenciaba signos de estar alcoholizada o bajo los efectos de otra sustancia.
“Llamó la atención la naturalidad con que las niñas aceptaron irse de la casa. Ninguna pidió por la mamá”, confió un vocero.
Caso complejo
Otro dato que avaló la hipótesis de derivó en la denuncia, fue que durante gran parte de la madrugada la mujer dejó solas a las nenas al cuidado de un supuesto amigo.
Esta situación sería fácilmente comprobable con el cotejo de las cámaras de seguridad de la cuadra, registro que ya está en poder de las autoridades y será incluido en el expediente.
En ese marco, desde el Juzgado de Instrucción Uno se dispuso la activación del protocolo del Gabinete de Asistencia Forense (GAF) para presuntas víctimas de abuso sexual.
Además, se busca establecer la identidad del sospechoso de perpetrar el delito, aunque tampoco se descarta que los responsables sean más.
“La madre le contó a un profesional que la asiste que sus hijas fueron víctimas de abuso sexual y que ella habría presenciado los hechos, pero se negaba a denunciar sin especificar el motivo. En ese marco, tampoco se puede descartar su complicidad en los hechos que se investigan”, precisó una fuente del caso.
En las próximas horas las pequeñas serán sometidas a los estudios médicos de rigor y se prevé su declaración en Cámara Gesell, considerada una prueba clave en delitos contra la integridad sexual de menores.
También la progenitora será citada para escuchar su versión de los hechos, tras lo cual se definirá su situación.
.
.

Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.