Su mamá biológica lo abandonó cuando era bebé, pero tiempo después lo llevó con ella. Luego el chico escapaba y se refugiaba con la mujer que lo crio. Cuando la tutora obtuvo la guarda, se animó y le contó que su padrastro lo violó desde los 9 a los 12 años. Ocurrió en Oberá
Efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Regional II detuvieron este martes a un sospechoso de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de su hijastro de 13 años. El acusado permaneció prófugo durante un mes y medio.
La denuncia fue radicada por la tutora del menor el pasado 30 de marzo ante la Comisaría de la Mujer de Oberá.
El implicado fue identificado como Víctor Ramón Amarilla (53), con domicilio en el barrio Gunther, quien por disposición del Juzgado de Instrucción Uno fue alojado en una dependencia de la UR II.
Según la denuncia, el menor fue víctima de abuso desde los 9 y hasta los 12 años, cuando se escapó de la casa que habitaba con su madre y el padrastro.
El chico buscó refugio con la persona que lo crio durante varios años, ya que su mamá biológica lo abandonó cuando apenas tenía nueve meses de vida.
El bebé fue entregado de manera informal en 2009, por lo que tiempo más tarde la progenitora lo recuperó mediante una orden judicial.
A su vez, al cumplir 9 años, el chico comenzó a escaparse de la casa que habitaba con su madre y el padrastro y buscaba refugio con D. M. (52), la mujer que lo recibió de bebé y a la que considera su verdadera mamá.
En primera instancia, la mujer creyó que el niño se fugaba del hogar por rebeldía propia de la edad. Nunca pensó que era objeto de abuso sexual por parte del padrastro.
A principios de este año el chico volvió a fugarse y manifestó que quería quedarse a vivir con D. M., la cual inició los trámites de guarda.
Fue así que transcurridos un par de meses de convivencia, el menor le contó a su tutora que era víctima de abuso por parte de Amarilla.
Años de horror
En su denuncia, ante la Comisaría de la Mujer, D. M. detalló que el año 2009 conoció a G. G., quien le hizo entrega de manera provisoria de su hijo que en ese entonces tenía 9 meses de vida.
Pero transcurridos algunos años la madre biológica se hizo presente en su domicilio con un orden del Juzgado de Familia y retiró al menor.
Ya cuando el niño tenía 9 años comenzó a escaparse para volver con D. M. y en reiteradas ocasiones expresó sus deseos de volver a vivir con ella, aunque una y otra vez la justicia rechazó su pedido.
En tanto, en enero pasado el menor volvió a acudir a su mamá del corazón, quien esta vez recurrió al Departamento de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad de Oberá donde explicó la situación.
Se hicieron informes socio ambientales y obtuvo la guarda administrativa del menor.
Con ese aval legal y la tranquilidad de que no regresaría a la casa de su madre biológica, a fines de marzo el chico rompió en llantos y le contó a D. M. que desde que cumplió 9 años y hasta los 12 fue víctima de abuso sexual con acceso carnal por parte de Amarilla.
Según el chico, los hechos ocurrieron tantas veces que no supo precisar la cantidad y siempre que su mamá se ausentaba de la vivienda.
Por ese motivo, argumentó, cada vez que podía se escapaba de la casa. Era su manera de pedir auxilio.
Tras la denuncia el juzgado interviniente dispuso que se active el protocolo del Gabinete de Asistencia Forense (GAF) para víctimas de abuso y ordenó la detención del implicado, lo que se concretó el último martes.
En tanto, el sospechoso está acusado de abuso sexual con acceso carnal, agravado por la convivencia, delito que contempla una pena de hasta 20 años de cárcel.
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Daniel Villamea, periodista, hincha de River (no fanático), Maradoniano, adicto a Charly García, Borgiano y papá de Manuel y Santiago, mis socios en este proyecto independiente surgido de la pasión por contar historias y, si se puede, ayudar a otros.